el color de la proximidad
del gran acontecimiento de nuestra fe...
celebremos y vivamos preparados para recibir al Niño Dios
TERCER DOMINGO DE ADVIENTO
(11 de diciembre)
RitOs iniciales
PRESIDENTE: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
TODOS: Amén
PRESIDENTE: Os saludo como delegad@ de nuestro párroco. En su ausencia nos reunimos para celebrar el Domingo, día del Señor y día de la Comunidad.
MONITOR: Seguimos avanzando y encendemos tres cirios de la Corona de Adviento, que nos señala nuestro caminar hacia la gran fiesta de la Navidad del Hijo de Dios.
CANTO:
Vigilantes encendemos la corona del aviento,
en los cirios ofrecemos cuatro etapas de un encuentro.
(Se trae y se enciende la tercera vela de la Corona).
Los tres cirios van tejiendo la esperanza del Misterio
de la Virgen en el seno, el rocío de los cielos,
Vigilantes encendemos la corona del aviento,
en los cirios ofrecemos cuatro etapas de un encuentro.
MONITOR: Hoy continuamos fijándonos en Juan Bautista como un personaje que anunció a Jesús. Él ha sido testigo suyo. Nosotros también estamos llamados a ser testigos del Señor con nuestra vida de cada día. Necesitamos encontrarnos con Jesús para luego ser testigos de su vida delante de los demás.
PRESIDENTE: ¡Necesitamos tu perdón, Padre! Experimentando el perdón gozamos esta vida que Tú nos regalas y podemos ser testigos de tu amor en el mundo. Por eso ahora nos reconocemos pecadores y pedimos tu misericordia.
TODOS: yo confieso ante Dios todopoderoso, …
PROCLAMACIÓN DE LA PALABRA
Dos o tres lectores/as proclaman las tres lecturas y el salmo que están en el Leccionario II B Págs. : El Evangelio, se escucha, estando TODOS DE PIE.
HOMILÍA (Sentados)
A través de las delegadas parroquiales os envío mi cordial saludo de párroco y mi palabra que quiere ser aliento y luz para esta semana.
Las dos primeras lecturas nos dicen que la alegría verdadera es la que sale del corazón y hace aflorar la alegría de otras personas que también saben compartirla con los demás. Así es la alegría que la Palabra de Dios suscita cuando viene a visitar a su pueblo y lo encuentra preparado para recibirlo a Él en los hermanos.
Y el evangelio de Juan, en paralelo al de Marcos del domingo pasado, también nos presenta la figura de Juan el bautista. Para Marcos, el Bautista es el profeta que, cumpliendo el vaticinio de Isaías, venía a preparar el camino al Mesías y predicaba el bautismo de conversión. Para Juan, más que profeta, es testigo. Él “ha venido para dar testimonio de la luz”, para que con su testimonio todos vengan a la fe. Este tema del testimonio es muy querido al evangelista Juan. Lo encontramos al comienzo y al final de su evangelio y jalona todo el escrito. Como si quisiera transmitirnos que su obra es un inmenso testimonio a favor de Jesús. A su vez Jesús mismo es, ante todo, el testigo del Padre.
PESIDENTE:
Hagamos juntos profesión de nuestra fe:
Creo en Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia
del Espíritu Santo
y nació de Santa María, Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos
y al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios,
Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar
a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la Santa Iglesia Católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna. Amén
ORACIÓN DE LOS FIELES
(del libro de las preces)
Y COMUNIÓN
El presidente trae del Sagrario el Copón y lo pone sobre el altar, todos cantan: "Alabado sea …" |
Monitor: Proclamemos la bondad de Dios y pregonemos su misericordia entrañable de Padre, puestas de manifiesto en las palabras de salvación que hemos escuchado:
Presidente: Te damos gracias, Dios, Padre bueno, por Jesucristo, tu Hijo, el pan de vida, que nos alimenta con su Cuerpo y nos pide que seamos también nosotros pan para los demás. Gloria a ti por los siglos.
Todos: Gloria a ti por los siglos.
Presidente: Como el pan de la Eucaristía ha sido amasado con muchos granos, así nosotros, tu Iglesia de Astorga en (nombre de la parroquia), vivamos en comunión fraterna, anunciando tu Reino. Gloria a ti por los siglos.
Todos: Gloria a ti por los siglos.
Presidente: Te damos gracias, Dios, Padre bueno, por Jesucristo, tu Hijo, el que es, el que viene y el que vendrá. Gloria a ti por los siglos.
Todos: Gloria a ti por los siglos.
(Todos de rodillas se hace adoración ante el Santísimo)
Monitor: Cristo, el Señor, presente en el Sacramento de la Eucaristía, nos regala su amor y nos alimenta con el Pan de la vida. Adorémosle, en silencio, postrados de rodillas, en la postura de quien reconoce y alaba, la presencia, misteriosa pero real, de Aquel que, encarnado en el seno de María y entregado en la Cruz, glorioso y resucitado, ha querido quedarse para siempre con nosotros y se nos da en comida.
Silencio
Canto: Cantemos al amor de los amores …
Presidente:
Llenos de alegría por ser hijos de Dios,
digamos con fe:
Todos: Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
Venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Presidente: Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días, para que,
ayudados por tu misericordia, vivamos siempre
libres de pecado y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Todos: Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria por siempre, Señor.
Presidente: Señor Jesucristo, que dijiste a los Apóstoles:
"La paz os dejo, mi paz os doy".
No mires nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia,
y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Todos: Amén.
Presidente/a: Démonos fraternalmente la paz.
Mientras se canta: "la paz esté con nosotros"
Presidente: (mostrando la Hostia santa) -
Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los llamados a esta mesa.
Todos: Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
Quien distribuya la comunión muestra la hostia a quien comulga
y dice: El Cuerpo de Cristo.
El que comulga responde: Amén.
CANTO DE COMUNIÓN:
La virgen sueña camino, está a la espera,
Al finalizar, quien ha distribuido la comunión guarda en el sagrario el copón con las hostias que han quedado y se purifica los dedos con paño purificador.
MONITOR: en esta semana rezamos por los misioneros que desde la alegría que brota de la fe y desde la gratuidad llevan el evangelio de Jesucristo a todos los rincones del mundo.
ACCIÓN DE GRACIAS
Y DESPEDIDA
Presidente: Te damos gracias Dios, Padre nuestro, por tu Hijo Jesucristo, el Señor, en la comunión del Espíritu Santo, porque nos has querido reunir en el Domingo, Pascua semanal, Día del Señor, y nos has alimentado con el pan de tu Palabra y con el pan de la Eucaristía. Concédenos experimentar en nosotros el fruto de tu Redención y mantener a esta comunidad en continua acción de gracias por el don recibido. A Ti, ¡Oh Trinidad Santísima y único Dios verdadero!, el honor, la gloria y la alabanza por los siglos de los siglos.
Todos: Amén.
Todos: Amén.
Presidente/a: Vayamos en paz.
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